Bueno, ya nos hemos recuperado del Duatlon de Bilbao. Para ser el primero que hago no me puedo quejar. 5 km de carrera, 21 km de bici para acabar con otros 2,5 km de carrera. Toda la noche lloviendo en Bilbao, y a la hora de la salida, un sol
y un calor que hacía que sobraran las térmicas y demás familia. El recorrido no estaba nada mal, junto a la ría y el Euskalduna. 5 km en los que voy a 3:35 (que yo recuerde nunca había corrido a semejante ritmo). Lo peor estaba por llegar. En la transición pierdo más de un minuto por problemas con los cierres de las zapatillas, y tengo que pararme para calzarme en condiciones. El tramo en bici consistía en 21 km, subida y bajada a Artxanda. Aquí es donde he echado en falta más km por carretera. No sé ni cuánta gente me adelanta. Los gemelos hacen amago de subirse contínuamente, y no lo paso bien ni siquiera en la bajada. Tras la última transición vuelvo a recuperar posiciones corriendo, pero ya es muy tarde. Después de entrar en meta, lo que tengo muy claro es que es la primera y la última vez que hago un duatlon por asfalto. La cabra siempre tira al monte. Pero esto es lo de siempre, al día siguiente ya estoy pensando en prepararlo mejor para el año que viene. Y como en septiembre hay uno de montaña en Madrid, pues a lo mejor habrá que pensárselo.
24 horas después salgo a trotar un poco, y aún tengo los gemelos doloridos. Completo la semana con dos días más de trote suave y el domingo 17 de mayo corro los 10,4 km de Donosti, paralelos a la media maratón. No tengo muchas ganas de hacer los 21,097 km, así que opto por ir muy suave en estos 10,4 km, corriendo a 4:14, y las piernas ya plenamente recuperadas. Próxima carrera, si todo va como tiene que ir, los 10 montes de Vitoria, el sábado 6 de junio.
y un calor que hacía que sobraran las térmicas y demás familia. El recorrido no estaba nada mal, junto a la ría y el Euskalduna. 5 km en los que voy a 3:35 (que yo recuerde nunca había corrido a semejante ritmo). Lo peor estaba por llegar. En la transición pierdo más de un minuto por problemas con los cierres de las zapatillas, y tengo que pararme para calzarme en condiciones. El tramo en bici consistía en 21 km, subida y bajada a Artxanda. Aquí es donde he echado en falta más km por carretera. No sé ni cuánta gente me adelanta. Los gemelos hacen amago de subirse contínuamente, y no lo paso bien ni siquiera en la bajada. Tras la última transición vuelvo a recuperar posiciones corriendo, pero ya es muy tarde. Después de entrar en meta, lo que tengo muy claro es que es la primera y la última vez que hago un duatlon por asfalto. La cabra siempre tira al monte. Pero esto es lo de siempre, al día siguiente ya estoy pensando en prepararlo mejor para el año que viene. Y como en septiembre hay uno de montaña en Madrid, pues a lo mejor habrá que pensárselo. 
24 horas después salgo a trotar un poco, y aún tengo los gemelos doloridos. Completo la semana con dos días más de trote suave y el domingo 17 de mayo corro los 10,4 km de Donosti, paralelos a la media maratón. No tengo muchas ganas de hacer los 21,097 km, así que opto por ir muy suave en estos 10,4 km, corriendo a 4:14, y las piernas ya plenamente recuperadas. Próxima carrera, si todo va como tiene que ir, los 10 montes de Vitoria, el sábado 6 de junio.
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